color

color

martes, 31 de mayo de 2011

EL PÚRPURA

Los fenicios, magníficos navegantes, encontraron en el mar una fuente inagotable de color, sobretodo el color más apreciado de  todos los tiempos: el purpura. Entre sus formulas, los fenicios obtenían el color del jugo concentrado de algunos moluscos, como el famoso murece brandaris, que permitía amplias diluciones en agua. Su color blanco lechoso cambiaba al contacto con la luz, siguiendo diversas fases: Primero era verde; después, amarillo; luego, violeta, y finalmente, rojo brillante, o mejor dicho, rojo tornasolado.
La producción de púrpura fue tan importante y singular que de ella proviene el mismo nombre de los fenicios, del griego phoenice que significa rojo brillante. La púrpura esa sumamente costosa debido a que para lar un gramo e ella se precisaba triturar más de diez mil moluscos. En su monumental historia natural, Plinio el viejo dejó cuenta de las dos variedades de color púrpura fabricadas por los viejos navegantes: “El buccino, que no proporciona color firme, y el tirio, que es el más apreciado”. Efectivamente, en el puerto fenicio de tirio pudo lograrse un púrpura casi negro, de doble tinte, el más codiciado en aquellos tiempos, el color bíblico por excelencia, el color de los poderosos.

Cruz Ramírez David

No hay comentarios:

Publicar un comentario