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martes, 31 de mayo de 2011

EL ARTE DEL COLOR

El siguiente video es un Preámbulo para una exposición sobre historia del arte pictótico realizado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el cual encontramos en la red y que nos parece propicio por el tema que pretendemos abordar.

http://youtu.be/gujhvqzfvlU

EL PÚRPURA

Los fenicios, magníficos navegantes, encontraron en el mar una fuente inagotable de color, sobretodo el color más apreciado de  todos los tiempos: el purpura. Entre sus formulas, los fenicios obtenían el color del jugo concentrado de algunos moluscos, como el famoso murece brandaris, que permitía amplias diluciones en agua. Su color blanco lechoso cambiaba al contacto con la luz, siguiendo diversas fases: Primero era verde; después, amarillo; luego, violeta, y finalmente, rojo brillante, o mejor dicho, rojo tornasolado.
La producción de púrpura fue tan importante y singular que de ella proviene el mismo nombre de los fenicios, del griego phoenice que significa rojo brillante. La púrpura esa sumamente costosa debido a que para lar un gramo e ella se precisaba triturar más de diez mil moluscos. En su monumental historia natural, Plinio el viejo dejó cuenta de las dos variedades de color púrpura fabricadas por los viejos navegantes: “El buccino, que no proporciona color firme, y el tirio, que es el más apreciado”. Efectivamente, en el puerto fenicio de tirio pudo lograrse un púrpura casi negro, de doble tinte, el más codiciado en aquellos tiempos, el color bíblico por excelencia, el color de los poderosos.

Cruz Ramírez David

LOS EFECTOS DEL COLOR

Al contemplarlos una paleta llena de colores, obtendremos dos resultados:
1.- Un efecto puramente físico: la fascinación por la belleza y las cualidades del color. El espectador podrá sentir o bien una satisfacción y una alegría semejantes a la sibarita cuando disfruta de un manjar, o bien una excitación como la del paladar ante un manjar picante, luego se sosiega  y la sensación desaparece como tras haber tocado el hielo con los dedos. Se trata pues de sensaciones físicas que, como tales, son de corta duración, superficiales y no dejan una impresión permanente en el alma. De la misma forma que al tocar el hielo solo se siente el frío físico y se olvida esta sensación cuando el dedo se calienta de nuevo, así desaparece el efecto físico del color al apartar la vista.
A medida que el ser humano se desarrolla aumenta el número de cualidades que atribuye a los efectos y a los seres. Cuando se alcanza un alto nivel de desarrollo de la sensibilidad, los objetos y los seres adquieren un valor interior y hasta un sonido interno. Lo mismo sucede con el color, que cuando el nivel de sensibilidad no es muy alto únicamente produce un efecto superficial, que desaparece al desaparecer el estimulo. Aunque también a este nivel se tenga que matizar por ejemplo, los colores claros atraen la vista con una intensidad y una fuerza que es mayor aún un los colores cálidos, el bermellón atrae excita como la llama, a la que se contempla con avidez. El estridente amarillo limón duele a la vista como el tono alto de una trompeta al oído, la mirada no podrá fijarse y buscará la calma profunda del azul o el verde. En un nivel de sensibilidad superior, este efecto elemental trae consigo otro más profundo: Una conmoción emocional.
Entramos a la consideración de:
2.- El efecto psicológico producido por el color. La fuerza psicológica del color provoca una vibración anímica. La fuerza física elemental es la vía por la que el color llega al alma.
La armonía de los colores debe fundarse únicamente ene le principio del contacto adecuado con el alma humana, es decir, en lo que llamaremos el principio de la necesidad interior.


Rodríguez Cruz José Luis

HISTORIA DEL COLOR

El filósofo Aristóteles (384 - 322 AC) definió que todos los colores se conforman con la mezcla de cuatro colores y además otorgó un papel fundamental a la incidencia de luz y la sombra sobre los mismos. Estos colores que denominó como básicos eran los de tierra, el fuego, el agua y el cielo.

Siglos más tarde, Leonardo Da Vinci (1452-1519) definió al color como propio de la materia, adelantó un poquito más definiendo la siguiente escala de colores básicos: primero el blanco como el principal ya que permite recibir a todos los demás colores, después en su clasificación seguía amarillo para la tierra, verde para el agua, azul para el cielo, rojo para el fuego y negro para la oscuridad, ya que es el color que nos priva de todos los otros. Con la mezcla de estos colores obtenía todos los demás, aunque también observó que el verde también surgía de una mezcla.

Isaac Newton, la luz es color

 
Finalmente fue Isaac Newton (1642-1519) quien estableció un principio hasta hoy aceptado: la luz es color. En 1665 Newton descubrió que la luz del sol al pasar a través de un prisma, se dividía en varios colores conformando un espectro.

Lo que Newton consiguió fué la descomposición de la luz en los colores del espectro. Estos colores son básicamente el Azul violaceo, el Azul celeste, el Verde, el Amarillo, el Rojo anaranjado y el Rojo púrpura. Este fenómeno lo podemos contemplar con mucha frecuencia, cuando la luz se refracta en el borde de un cristal o de un plástico. También cuando llueve y hace sol, las gotas de agua de la lluvia realizan la misma operación que el prisma de Newton y descomponen la luz produciendo los colores del arco iris.

Así es como observa que la luz natural está formada por luces de seis colores, cuando incide sobre un elemento absorbe algunos de esos colores y refleja otros. Con esta observación dio lugar al siguiente principio: todos los cuerpos opacos al ser iluminados reflejan todos o parte de los componentes de la luz que reciben.

Por lo tanto cuando vemos una superficie roja, realmente estamos viendo una superficie de un material que contiene un pigmento el cual absorbe todas las ondas electromagnéticas que contiene la luz blanca con excepción de la roja, la cual al ser reflejada, es captada por el ojo humano y decodificada por el cerebro como el color denominado rojo.

POR: DAVID CRUZ RAMIREZ